sábado, 7 de enero de 2012

A DESCANSAR Y RECUPERAR FUERZAS..

El piloto canario del equipo KH-7 Valsebike terminó en el puesto 93 de la categoría de motos la etapa que todos coincidían en afirmar que era la más exigente de cuantas se han celebrado en esta primera semana del Dakar 2012. Este domingo, jornada de descanso antes de la recta final entre Chile y Perú.

La temida etapa del viernes 6 de enero, la que debía unir las localidades de Fiambalá, en Argentina, con la de Copiapó, en Chile, tuvo que ser cancelada a consecuencia de las condiciones meteorológicas. Las lluvias habían dejado maltrechos los caminos por donde debía discurrir el recorrido y la abundante nevada caída en la cumbre de la Cordillera de los Andes llevaron a la organización a suprimir esos 243 kilómetros, aunque toda la caravana del Dakar 2012 tuvo que hacer igualmente el recorrido hasta Copiapó, eso sí, con el cronómetro detenido.


La primera jornada en suelo chileno se convirtió por tanto en una inesperada jornada de asueto, aunque no pudieron librarse del intenso frío con temperaturas bajo cero en el célebre Paso San Francisco, a 4.700 metros de altura. Para Pedro Peñate (KTM 450 EXC), esta jornada a medio gas le sirvió para poder ponerse al día en horas de sueño después de una primera mitad de semana más movida de lo previsto. “Hemos pasado un frío terrible. Viendo las condiciones de algunos de los sitios por los que hemos pasado, ASO ha acertado, y eso que no hemos pasado por los que estaban en peores condiciones porque se ha trazado una ruta alternativa que nos ha hecho hacer un enlace bastante largo. Aún así, hemos podido descansar más y revisar la moto, algo necesario después de los problemas que ha tenido esta semana. No hemos detectado ninguna avería, pero hablando con otros compañeros, la mayoría de máquinas han tenido fallos de algún tipo”.
Toda precaución era poca antes de la etapa de hoy: Copiapó-Copiapó, un bucle de 419 kilómetros que en opinión de todos los pilotos, por unanimidad, era la más dura de toda esta primera mitad del Dakar 2012. Ya sólo el hecho de que la organización dejara abierto el control de llegada hasta las 18:00 horas del día siguiente, en plena jornada de descanso, era un mal augurio para los supervivientes de la carrera.


Pero el piloto de KH-7 Valsebike ha llegado muy entero al ecuador de la carrera y con cuatro ediciones a sus espaldas, sabe cómo hay que abordar etapas como ésta. “Hay que ir con cabeza. Este año, para bien o para mal, después del tiempo perdido el martes intentando reparar es absurdo mirar a la clasificación, así que la encaré con respeto pero con tranquilidad”. Pero de nuevo fue la mecánica la que puso la nota negativa en esta jornada en la que el canario terminó en el puesto 93, ascendiendo hasta el 106 de la general.


“Llevo días arrastrando el mismo problema y no conseguimos encontrar el origen del fallo. En etapas como ésta con mucha duna es muy complicado mantener el ritmo porque estás permanentemente en riesgo de quedarte hundido en la arena porque cuando el motor se viene abajo, pierdes velocidad y la inercia. De hecho ha sido este problema el que ha hecho de esta etapa una jornada mucho más dura”, declaró resignado Peñate al llegar al vivac de Copiapó, punto en el que el campamento permanecerá hasta el próximo lunes.


Al Dakar 2012 le queda toda una segunda semana por delante. Siete etapas y alrededor de 2.500 kilómetros en las que los pilotos tendrán que vérselas con caminos que le serán familiares y otros que les resultarán totalmente desconocidos, los correspondientes a las jornadas finales que se desarrollarán en Perú, el nuevo integrante del raid sudamericano. Al piloto de KH-7 Valsebike sólo le pasa por la cabeza solucionar los problemas de su moto y, por encima de todo, llegar como sea a la meta de Lima.

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